Bienvenidos a este espacio virtual en donde seguro no encontraran duendes ni extraterrestres, que a pesar de ser de color verde, no es a lo que enfocamos, tampoco encontraremos pitufos, ya que estos últimos son azules.
Lo que proponemos es un espacio destinado a la naturaleza y a los fenómenos que se producen en torno a ella, así que esperamos que les sea de utilidad.

domingo, 9 de abril de 2017

Sistema Digestivo





El sistema digestivo es el conjunto de órganos encargados del proceso de la digestión, es decir, la transformación de los alimentos para que puedan ser absorbidos y utilizados por las células del organismo.
Los procesos básicos que ocurren en este sistema son la ingestión, secreción, mezclado, propulsión, digestión (mecánica y química), absorción (de nutrientes) y excreción (mediante el proceso de defecación).

Estructura del tubo digestivo
Histológicamente está formado por cuatro capas concéntricas que son de adentro hacia afuera:

1- Capa interna o túnica mucosa (donde pueden encontrarse glándulas secretoras de moco y ácido clorhídrico). Incluye una capa muscular interna de musculo liso (involuntario). 

2-Capa submucosa, compuesta de tejido conectivo. La capa submucosa contiene el llamado plexo submucoso de Meissner, que es un componente del sistema nervioso y controla la movilidad de la mucosa y en menor grado la de la submucosa, y las actividades secretorias de las glándulas. 

3-Capa muscular externa, por una capa circular interna y otra longitudinal externa de músculo liso. Esta capa muscular tiene a su cargo los movimientos peristálticos que desplazan el contenido de la luz a lo largo del tubo digestivo. Entre sus dos capas se encuentra otro componente del sistema nervioso, el plexo de Auerbach, que regula la actividad de esta capa. Esta capa  forma los esfínteres, que regulan el avance del alimento desde un órgano a otro:
· El esfínter esofágico superior (EES), en el inicio del esófago.
· El esfínter esofágico inferior (EEI), en el límite entre el esófago y el estómago.
· El píloro, ubicado entre el estómago y el duodeno.
· La válvula ileocecal, que separa al intestino delgado del ciego, la primera porción del intestino grueso.
· El esfínter anal. Éste tiene dos partes: el esfínter anal interno, formado por músculo liso, y el esfínter anal externo, formado por músculo estriado, de control voluntario.


4-Capa serosa, que está conformada por un tejido conectivo y tejido epitelial.
 
Resultado de imagen para capas del tubo digestivo tortora


El tubo digestivo, es un conjunto de órganos llamado también conducto alimentario. Este comienza en la boca y se extiende hasta el ano. Su longitud en el hombre es de 10 a 12 metros, siendo seis o siete veces la longitud total del cuerpo.
En su trayecto a lo largo del tronco del cuerpo, discurre por delante de la columna vertebral. Comienza en la cara, desciende luego por el cuello, atraviesa las tres grandes cavidades del cuerpo: toraxica, abdominal y pélvica . En el cuello está en relación con el conducto respiratorio, en el tórax se sitúa  entre los dos pulmones, y en el abdomen y pelvis se relaciona con los diferentes órganos del aparato urogenital.



El sistema o aparato digestivo consta del tubo digestivo y las glándulas anexas.
El tubo digestivo se inicia en la boca y termina en el ano y en él se diferencia una serie de órganos que comparten una estructura común y a lo largo de los cuales el alimento ingerido avanza a medida que va siendo modificado.
Los órganos del tubo digestivo son:
· Cavidad bucal
· Faringe
· Esófago
· Estómago
· Intestino delgado
· Intestino grueso

Las glándulas anexas se originan durante el desarrollo embrionario como evaginaciones de las paredes del tubo y se mantienen conectadas al mismo por medio de sus conductos excretores. Comprenden:
· Las glándulas salivales (glándulas pares) llamadas parótidas, submaxilares y sublinguales, que secretan la saliva hacia la cavidad bucal.
· El hígado, que secreta la bilis hacia el duodeno, primera porción del intestino delgado.
· El páncreas, que vuelca su secreción, el jugo pancreático, en el duodeno.
















Fisiología general del aparato digestivo 

La función primordial del aparato digestivo consiste en aprovisionar al medio interno de diferentes sustancias indispensables para la supervivencia: los nutrientes.
Para llevar a cabo dicha función, en el aparato digestivo tienen lugar diferentes procesos. El aparato digestivo recibe los alimentos cuando se produce la ingestión y los descompone hasta liberar los nutrientes que están contenidos en ellos. La descomposición o simplificación de la estructura del alimento recibe el nombre de digestión.
La digestión mecánica consiste en una simplificación que no afecta la estructura molecular. Incluye la humectación y la disgregación física de las partículas alimenticias. La masticación y los movimientos producidos por la capa muscular del tubo digestivo contribuyen a separar al alimento en partículas más pequeñas, lo que no solo facilita su avance a lo largo del tubo, sino que también lo prepara para una eficaz digestión química.
La digestión química es un proceso de hidrólisis, que divide a las moléculas del alimento en sus unidades constitutivas. Por ejemplo, separa a los aminoácidos de las cadenas proteicas o a los monosacáridos de una cadena de almidón.
La hidrólisis requiere la intervención de enzimas hidrolíticas específicas. Las enzimas digestivas se especializan en la hidrólisis de determinados enlaces (peptídico, glucosídico, éster, etc.) y están contenidas en los diversos jugos que actúan sobre el alimento en la luz del tubo digestivo. Dichas enzimas son secretadas por las glándulas anexas, como las salivales y el páncreas, o bien por células especializadas de la mucosa de los órganos que conforman el tubo, como la mucosa gástrica (gastros: estómago) y la del intestino delgado. El intestino delgado también posee enzimas que se hallan insertas en la membrana apical de las células de la mucosa.

La musculatura del tubo digestivo lleva a cabo movimientos de mezcla y movimientos peristálticos. El peristaltismo propulsa los alimentos mediante la combinación de la contracción muscular de un área y la relajación de la siguiente. Una vez que el alimento avanza hacia la zona relajada, ésta se contrae, impulsándolo hacia adelante.
Los esfínteres impiden el reflujo del alimento y se abren oportunamente para permitir el avance desde un órgano hacia el siguiente.
Mientras los alimentos o los productos de su digestión permanecen en la luz del tubo digestivo, puede decirse que aún no han sido verdaderamente incorporados, pues no están accesibles a todas las células del cuerpo. La verdadera incorporación se produce cuando los productos de la digestión llegan al medio interno. Para ello, deben atravesar las paredes del tubo digestivo, que es una superficie de intercambio entre el medio externo (la luz del tubo digestivo) y el medio interno. Se denomina absorción al pasaje de los nutrientes (u otras sustancias) desde la luz del tubo digestivo al medio interno. Las sustancias absorbidas se incorporan generalmente a la circulación sanguínea o, en algunos casos, a los vasos linfáticos.
En la absorción influyen diversos factores; un factor fundamental es el tamaño de las partículas. La digestión, en tanto transforma a las macromoléculas en moléculas pequeñas, es un paso necesario para permitir la absorción. Salvo excepciones, como la absorción de alcohol o ciertos medicamentos, que puede realizarse en las paredes del estómago, la absorción tiene lugar mayoritariamente en el intestino delgado y, en menor medida, en el intestino grueso.
Es importante destacar que la absorción es selectiva en el sentido en que puede serlo una membrana, es decir dependiendo del tamaño de las partículas, de sus gradientes y del tipo de transportadores presentes, y no en un sentido “inteligente”. Las membranas no discriminan si las sustancias absorbidas serán útiles o perjudiciales.
Además de nutrientes, en el intestino se absorbe gran parte del agua, los electrólitos y otros componentes de los jugos digestivos, como las sales biliares.
Las sustancias del alimento que no pueden ser digeridas y/o absorbidas se expulsan en la materia fecal. Ésta contiene también ciertas excreciones o desechos, como los pigmentos biliares. La expulsión de la materia fecal se denomina egestión.

El sistema digestivo está controlado por el sistema nervioso autónomo y muchas de sus funciones se regulan mediante reflejos locales, integrados en los plexos nerviosos de sus propias paredes (el “sistema nervioso entérico”).

http://www.genomasur.com/BCH/BCH_libro/capitulo_12.htm 


No hay comentarios:

Publicar un comentario